Con esta emisión, China busca reunir fondos por un valor de 6.000 millones de dólares. A cambio, Pekín ofrece a los inversores globales una herramienta de inversión financiera de calidad asegurada por el mismo país asiático. Estos bonos tienen un vencimiento de 3, 5, 10 y 20 años y su rendimiento está 0,35 y 0,7 puntos porcentuales por encima del de los bonos estadounidenses con el mismo plazo de vencimiento. Como resultado, el rendimiento de un bono chino con vencimiento de 10 años llegará a un 2,3%.