No es la primera vez que el editor Ramón Akal publica un libro incómodo, de esos con los que otros no se han atrevido. En los años setenta, Akal se enfrentó a trece juicios en un Tribunal de Orden Público por editar Fanny Hill, de John Cleveland, un clásico de la novela erótica del siglo XVIII. Y como ése, muchos más: fue él quien publicó El negocio de la libertad, el primer libro que señaló la corrupción en la Casa Real, y ahora repite con El cura y los mandarines, el polémico ensayo de Gregorio Morán censurado por Planeta.