Yo creía en la madurez democrática de mi pueblo, hasta que comprobé que era capaz de votar a cavernícolas leninistas, a radikales vendehumos, a talibanes desgreñados, agresivos, insultantes, incapaces, ineptos.Yo tenía esperanzas en la juventud española, hasta que vi el triste espectáculo de cómo su ignorancia era aprovechada por los perroflaustistas de Hamelin para llevarla a sus cavernas antisistema.Yo no creía mucho en la televisión, pero jamás pensé que fuera posible una campaña tan escandalosa de promoción de lo podemitas lenintoides.