Si una noche cualquiera un policía se cruza en tu camino, apártate. Disimula. Mira al suelo e intenta pasar desapercibida. Es triste, terriblemente triste, hablar así en un Estado de derecho, pero en España hoy día este es el mejor consejo que se puede dar. Como en los Estados autoritarios, aún son muchos los jueces y fiscales que entienden que su papel es castigar a los ciudadanos antes que controlar los excesos del poder