El escándalo, revelado el pasado lunes por la propia escuela y por el padre provincial de los jesuitas alemanes,Stefan Dartmann, empezó unos años antes en España. Uno de los religiosos en cuestión, Wolfgang Stadt, cometió sus primeros abusos entre 1966 y 1968, cuando estudiaba con los jesuitas de Loiola (Guipúzcoa) La confesión se produjo en 1991, cuando Stadt envió a Roma un cuestionario "absolutamente confidencial" que forma parte de los trámites necesarios para abandonar el servicio eclesiástico...