Burgos, Tarragona, Galicia, Canarias... Son algunas zonas de España donde se extrae petróleo o se espera hacerlo. El aumento de la escasez y los precios de este combustible fósil, junto con el desarrollo de la tecnología de extracción, animan a sus defensores a prospecciones en lugares desechados hasta ahora. Sin embargo, sus detractores recuerdan los posibles impactos ambientales de estos proyectos y defienden el apoyo a alternativas energéticas basadas en fuentes renovables.