Si hay un colectivo que no despierta especiales simpatías y más en los últimos tiempos es la banca. Los rescates ultrabillonarios a costa de dinero público y el desdén y prepotencia con el que tratan a los clientes, no hacen que este gremio sea el mejor valorado. En este río revuelto y descontento ha surgido otro modelo de banco, que se anuncia como ético, llamado Triodos. Su gancho publicitario es que solo hace inversiones en proyectos éticos y que para él lo primero son las personas. Todo muy bonito ¿no? Bueno, pues tiene truco.