Hertz, que en los últimos años ha apostado fuerte por los vehículos eléctricos, ha decidido que es hora de recortar gastos. La empresa venderá un tercio de su flota eléctrica, que suma unos 20.000 vehículos, y utilizará el dinero que le reporten para comprar más vehículos de gasolina. Los vehículos eléctricos han estado perjudicando a las finanzas de Hertz, según los ejecutivos, porque, a pesar de costar menos de mantener, tienen mayores costes de reparación de daños y, también, una mayor depreciación.