Agua “recién filtrada”, “purificada” y “de km 0” para ocultar que es "agua del grifo". Es la última ocurrencia de restaurantes de cierto nivel en España, que venden envases sin etiquetar a los clientes: líquido transparente, incoloro, inodoro e insípido en estado puro, tratado en los mismos establecimientos con fuentes para filtrarlo y herramientas para embotellarlo en frascos de diseño ofrecidos a precio de oro.