No es la primera vez que el Partido Popular deja en manos privadas la gestión de la salud mental, sobre todo para la atención ambulatoria, la cual se ocupa de los diagnósticos y terapias sin que el paciente necesite hospitalización. Como denunció la Marea Blanca, en apenas cuatro años (2010-2014), la Comunidad de Madrid, en manos de Esperanza Aguirre e Ignacio González, disparó las privatizaciones: la atención ambulatoria de Arganzuela, Moncloa, Torrejón, Navalcarnero y parte de Móstoles, Valdemoro, Collado-Villalba y Aranjuez.