El pasado miércoles, Iglesias subió a la tribuna del Congreso para volver a atacar a los medios de comunicación, acusándolos de marcar la agenda y de constituir un contrapoder contra la acción del Ejecutivo sin poseer legitimidad alguna para ello. El error de Iglesias es doble. Por un lado, la legitimidad no solo se adquiere mediante el voto. Las libertades individuales son formas de legitimar todos aquellos comportamientos que se efectúen al amparo de esas libertades. Además, cada ciudadano escoge a través de qué medio desea informarse.