Una de las técnicas, indica el informe de los Verdes, es que cada subsidiaria del grupo Ikea reduzca sus beneficios y pague sólo un 3% por sus royalties, que se destinan a la empresa Inter Ikea Systems VS, afincada en los Países Bajos. Así, lo que se tributa es un 35% menos (en el caso de Bélgica) a un 64% (como sucede en Francia). Por otra parte, esta firma holandesa pagó otros 972 millones de euros a Interogo Finance S.A., una subsidiaria radicada en Luxemburgo, en concepto de deuda por el uso de la marca Ikea.