Lo que más chirría en las declaraciones de Duque es oír hablar de un concepto tan elitista, anticuado y pedorro como “excelencia”. Se entendería, quizá, si se hubiera criado en el barrio de Salamanca pero resulta que Pedro Duque vistió pantalón corto por el parque de San Blas. Está tardando el ministro en pedir perdón y reconocer que metió la pata a fondo, sobre todo con esos miles de profesores que enseñan idiomas en colegios e institutos públicos por una miseria y con horarios de mierda. Venga, macho, que eres de San Blas.