El director del FBI, Christopher Wray, negó en su testimonio ante el Congreso el miércoles que la agencia, bajo la administración de Biden, se haya dedicado perseguir a activistas pro-vida. Un congresista republicano, Chip Roy, le puso contra las cuerdas. La Ley FACE, firmada por el presidente Bill Clinton en 1994, impone sanciones penales a las personas condenadas por «conducta violenta, amenazante, dañina y obstructiva» que interfiera con el acceso a clínicas de aborto, lugares de culto y centros de embarazo.