Era sólo cuestión de tiempo que, tras la cerveza con pelo de barba y la que tenía su origen en bacterias vaginales -en serio, existe-, alguien se animara a dar el paso definitivo e incluir la orina en la lista de ingredientes de una nueva cerveza. Aunque no es exactamente lo que ha ocurrido con Pisner, lo cierto es que en este curioso proyecto, el pis humano sí tiene un papel. Y no sólo en su ingenioso nombre.