Esta semana, tras más de quince años de vaivenes, Rio Tinto ha inaugurado, a 80 kilómetros de la frontera china, una de las mayores y más prometedoras minas de cobre del mundo. Un metal cuya demanda se ha disparado con la fabricación de vehículos eléctricos, que requieren un 277% más de cobre que los convencionales. Mas de 53 kilos por coche.