Entre las ocho de la mañana y las cinco de la tarde, la policía acordona el barrio elegido, se interrumpe el servicio de telefonía móvil y queda prohibido viajar de paquete en motos o bicicletas. El objetivo de la operación es proteger a los equipos que vacunan contra la polio, una actividad de alto riesgo en Pakistán. Al menos 26 personas fueron asesinadas el año pasado por colaborar en la tarea y ya van otros 11 en lo que va de éste. El esfuerzo por erradicar esa enfermedad, que además de Pakistán sólo es endémica en el vecino Afganistán