En cuanto a la unidad que hemos probado, se trata de un Fiat 500 Lounge, que cuenta con un motor gasolina atmosférico de cuatro cilindros, 1.2 litros de cilindrada y 69 CV, asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades. Esta opción se sitúa como el acceso a la gama, siendo un motor sencillo, sin turbo, sin start-stop, y en definitiva sin ciertos elementos a los que cada vez, por suerte o por desgracia, la industria nos está acostumbrando a equipar en las gamas.