La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, lleva poco más de un año liderando el Ayuntamiento de la Ciudad Condal, tiempo suficiente para llevar a cabo algunas medidas poco convencionales que los barceloneses ya han podido experimentar. De esta forma, estaría siguiendo el ejemplo de su amiga Manuela Carmena, jefa del Gobierno municipal en Madrid, otra de las llamadas “alcaldías del cambio” que siempre pregonan los dirigentes de Podemos y que también ha puesto en práctica algunas propuestas llamativas y rocambolescas.