Ellos llegan, utilizan España, sus calles, sus pueblos, sus exteriores, como plató del mundo. Arrasan, dicen que dejan sus dólares (cosa que empiezo a dudar) y se van con viento fresco a otra parte. Y se llame Woody Allen o Tom Cruise, aquí se les deja hacer lo que les de la gana, como les de la gana, cuando les de la gana y al precio que les de la gana, pero que nos expliquen por qué hemos tenido que vernos, sabernos y hasta sorprendernos de que el chulito, guapito y puesto Tom Cruise, se pasea a toda velocidad, sin casco.