Con el consenso científico de que el mercurio causa daños cerebrales, enfermedades debilitantes y defectos congénitos, la mayoría de países firmaron en 2013 un tratado internacional pionero para erradicar su uso a nivel mundial. 10 años después, sigue envenenando. Se mezcla con oro en polvo y forma una amalgama extraíble del lodo. Se prende fuego a la mezcla, quemando el mercurio al aire, envenenando plantas, animales y personas. Lo que queda es oro, que termina en Europa, EEUU y Gólfo Pérsico, con enorme frecuencia en forma de costosas joyas.