Feijóo llegó a Madrid como el Señor Lobo llegó a aquel garaje de Pulp Fiction: a toda hostia y preguntando qué cojones había pasado. Pues mire usted, que tenemos en el maletero el fiambre de Pablo Casado, un tiro mal dado en la cabeza, cosas que pasan, y como comprenderá no podemos ir por ahí con sesos pegados a los cristales a un año de las elecciones. Tranquilidad, que para eso estoy yo aquí, dijo el Señor Lobo gallego.