Un hallazgo accidental descubierto por un grupo de expertos muestra qué es lo que presenciamos en los últimos segundos de nuestra vida. "Justo antes y después de que el corazón dejara de funcionar, vimos cambios en una banda específica de oscilaciones neuronales, las llamadas oscilaciones gamma, pero también en otras, como las oscilaciones delta, theta, alfa y beta", revela Zammar. Las oscilaciones están involucradas en funciones altamente cognitivas como el sueño, la concentración, recuperación de la memoria o procesamiento de la información.