"Usando cristalografía de rayos X, construimos un modelo atómico de ORF8, y resaltó dos regiones únicas: una que solo está presente en el SARS-CoV-2 y su antepasado murciélago inmediato, y otra que está ausente de cualquier otro coronavirus. Estas regiones estabilizan la proteína, que es una proteína secretada, no unida a la membrana como las proteínas de punta características del virus, y crean nuevas interfaces intermoleculares" dice James Hurley de UC Berkeley. En español:
bit.ly/3qiA7Mf