Son pesados y, por lo tanto, no se pueden llevar de una habitación a otra con facilidad, ocupan un espacio fijo en la casa y su precio, monitor incluido, a menudo no es bajo. Por otro lado, el mercado de los portátiles crece: los hay de todos los precios y para todos los gustos. ¿Merece la pena apostar todavía por los ordenadores de sobremesa? Las opiniones difieren, pero en general, tienen más ventajas de las que se pueden enumerar en un primer momento, si bien conviene ponderar su compra porque no son baratos y duran bastantes años...