Durante mucho tiempo, la pesca fue la actividad perfecta para reforzar el vínculo padre-hijo. Cuando no existían los videojuegos, muchos pequeños explotaron su curiosidad conectándose con el medio ambiente. Ir de pesca con los niños todavía puede ser emocionante. A pesar del ritmo acelerado de la vida moderna, quedan padres que se toman su tiempo para realizar esta práctica ancestral. La pesca puede convertirse en un rotundo éxito familiar, pero para ello debemos ir preparados. Por eso, a continuación te daremos algunos consejos.