La OCU hace patente que, al contrario de lo que tenía que ser, la electricidad y demás servicios básicos, serán en realidad más caros; y eso a pesar de las promesas por las que se permitió la "liberalización" de dichos servicios. Evidentemente los que pringaremos seremos nosotros, los uruarios. ¿Quien pagará si no los 4000 millones que costará el cambiar los antiguos contadores por los nuevos contadores digitales?