No tenía nada que hacer y me fui a visitar el Museo de la Policía Municipal de Madrid, un templo tan escondido como inolvidable. La función de este templo de la ley, el orden y el civismo es "enseñar" al público "una labor de nosotros que se desconoce, la cívica, social y preventiva". Lo dice Francisco Javier Alonso, el policía municipal encargado de enseñar el museo, "sobre todo a visitas organizadas de colegios".