El Servicio Galego de Saúde, Sergas, ha sacado ya a licitación la atención de las interrupciones voluntarias del embarazo. En total, la partida económica es de alrededor de 1,4 millones de euros durante tres años, que pueden ser ampliados a un lustro.Para la Plataforma, sin embargo, esta licitación va mucho más allá y supone, entre otras cosas, la “privatización” del aborto en la región.