La muerte de la filóloga Carme Junyent ha dejado un vacío en el debate público sobre la lingüística catalana. "A mí no me molesta el uso del todes, me molesta que me tomen el pelo y que me lo impongan desde el poder, pero, si encima, dictan quién o qué no es normal, creo que se lo tendrían que hacer mirar", criticaba. "nadie puede mostrar ningún caso en qué cambiando la lengua haya cambiado la realidad". "Por lo tanto, como no conozco ningún caso y sé cómo cambian las lenguas, que es adaptarse a la realidad y no al revés, no puedo compartir eso