Ante la gravedad de los hechos, el mismo viernes solicitaron a la autoridad judicial una orden de entrada en la finca, situada cerca de la localidad de Villalbilla. En el suelo de una de las habitaciones de la finca, los investigadores encontraron un acceso a un pequeño habitáculo soterrado que coincidía con la descripción facilitada por la mujer del lugar en el que sucedió la agresión. Ahí, en un entorno insalubre y abarrotado de basura, encontraron numerosas bridas, armas blancas y una escopeta de aire comprimido.