Asombroso. Espectacular. Absolutamente insólito. El pasado miércoles Iker Jiménez consiguió lo que tantos otros han soñado: transportar a un grupo grande de personas, unas 750.000, directamente al pasado. Nada de medias tintas, la época elegida fue la Edad Media, en la que la sociedad se dividía entre quienes tenían privilegios y quienes no tenían ningún derecho. En el plató, la clase privilegiada, a la que se le permitía emitir cualquier tipo de mensaje. Fuera del plató quienes no teníamos ni idea de nada y mucho menos derecho a manifestarlo.