En 1968 el Tribunal Supremo de Estados Unidos declaró inconstitucionales todas las formas de segregación racial.Little Rock, en Arkansas, fue una de las primeras ciudades sureñas que, bajo la nueva orden de la corte federal, se preparó para admitir a nueve estudiantes afroamericanos en su escuela secundaria, que hasta esa fecha solo admitía a estudiantes blancos[..]dejando para la historia imágenes inconcebibles hoy en día.