En el gobierno del Talibán, los maniquíes en las tiendas de vestidos para dama de toda la capital afgana se han convertido en una visión inquietante: Sus cabezas están cubiertas con bolsas de tela o de plástico negro. Los maniquíes encapuchados son un símbolo del gobierno puritano de los talibanes en Afganistán. Pero, de cierta manera, también son una pequeña muestra de resistencia y creatividad por parte de los vendedores de vestidos en Kabul. En un principio, el Talibán quería que los maniquíes simplemente fueran decapitados.