En el año 2000, Riofisa y Adif suscribieron un contrato para explotar los dos antiguos edificios que se encontraban en la zona. En uno de ellos se levanta actualmente un centro comercial y, el otro, el edificio cabecera, se pensó habilitar para explotar un teatro. Se convocó un concurso al que se presentó la SGAE, que resultó la adjudicataria. De esta forma, la entidad de gestión, junto a Antonio Banderas, según los trabajadores de la SGAE, firmó un contrato con la inmobiliaria Riofisa y tan sólo quedaba fijar los términos de toda la operación