Cuando el diputado del PP acusa a la esposa de Pedro Sánchez de "ser la única mujer que no es igual" pues "nadie puede dirigir una cátedra en una universidad pública si no es catedrática, ni doctora, ni licenciada" excepto ella, Ana Redondo utiliza la falacia de la catapulta genovesa, que consiste en lanzar una cifra de muertos para tratar de neutralizar un argumento al que no puede responder de otra forma, en referencia a lo sucedido durante el asedio de Caffa, en que las tropas mongolas utilizaron a sus muertos como arma arrojadiza.