(...) Martínez Almeida no engaña a nadie. Es miserable. Sus reproches impostados a Ortega Smith por haber negado la violencia machista son humo. ¿Acaso le sorprende? ¿De veras le coge por sorpresa que quienes han venido pisoteando los Derechos Humanos más esenciales ahora quieran hacerse publicidad reventando actos contra el terrorismo machista? No, alcalde, no.