El estudio versaba sobre la evolución del compromiso y la vinculación de los empleados a sus organizaciones. La que se llamó “gran renuncia”, consistente en el deseo de marcharse de su trabajo, expresado por una gran mayoría de empleados, ha quedado atrás. Solo lo hicieron una pequeña parte de los que lo deseaban. En parte es lógico, si vemos cómo las vacantes se han reducido, y con ello los sitios a donde ir.