Hoy ha finalizado un largo viaje. Tras una lucha de muchos años, especialmente intensa desde 2017, la propiedad del pazo de Meirás, la que fuera residencia de verano del dictador Francisco Franco, ya es del Estado español. Ayer la familia Franco entregó las llaves y hace unos minutos se ha firmado el documento que materializa su entrega y, por tanto, la transmisión de la propiedad al Estado.

El Gobierno central se niega a entregar la gestión exclusiva del inmueble a la Xunta y Feijóo responde: "No renunciamos a la gestión de Meirás porque Estado somos todos"

Alberto Núñez Feijóo y su conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, han reclamado la titularidad del Pazo de Meirás en sendas cartas enviadas al presidente del Gobierno y al ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez.

El organismo que protege los bienes titularidad del Estado sospecha que la familia del dictador estuvo robando durante décadas bienes procedentes de las colecciones reales españolas

El inventario del pazo de Meirás, realizado a petición del Estado y aceptado por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña --que condenó a los Franco a la devolución del inmueble-- incluye desde mobiliario de la familia real, pasando por las estatuas de Isaac y Abraham, del Mestre Mateo, hasta bustos de Emilia Pardo Bazán, según recoge la documentación. En concreto, el inventario realizado por los técnicos de la Consellería de Cultura, Educación e Universidade, con 1.021 imágenes y 80 archivos de vídeo, incluye un total de 697 bienes

Nuevos documentos revelan datos inéditos sobre las esculturas y la intención de la familia del conde de Gimonde de denunciar el expolio franquista. Santiago Puga, conde de Gimonde, en 1955, escribe de su puño y letra un extraordinario documento titulado Por qué considero mías las estatuas que hasta ahora ha permanecido inédito en el archivo familiar y del que aquí reproducimos un fragmento [...] En una parte o rincón de dicha finca existía una depresión con mesa y asientos de piedra y rodeándola seis estatuas[...]

La familia del dictador no podrá sacar nada de la propiedad sin la preceptiva autorización judicial.

El Gobierno quiere evitar que la mudanza que ultiman los herederos de Franco en su salida del Pazo de Meirás suponga un nuevo expolio al patrimonio público. Los nietos del dictador tienen que dejar la propiedad el próximo 10 de diciembre. Un retén de la Guardia Civil ya ha sido enviado a la zona para vigilar las entradas y salidas del emblemático dominio de más de nueve hectáreas enclavado en Sada (A Coruña).

Asegura que medio centenar de camiones de mudanza se están llevando tapices, cuadros y libros, por lo que pide a la Xunta que demande medidas cautelares en el juzgado y vele por bienes como las esculturas del Maestro Mateo