Soy mujer y tengo dignidad. No voy a seguir aguantando a quienes dan por hecho que ser mujer es una minusvalía. No quiero ventajas por ser mujer, ni lástima, ni paguitas. No quiero que me reserven plazas en la administración, ni ocupar un lugar, donde sea, porque tenían que guardárselo a una tía. No quiero que, cuando me siente en mi sitio, todos me miren dudando de si lo merezco, o si tenían que cedérmelo por “paridad”. Nunca me han dado nada por caridad, y no quiero que, lo que tengo, todos duden de si me lo he ganado o me lo han regalado