La Gran Vía "será una calle mucho más amable, muy verde, como desea la alcaldesa, Manuela Carmena, con espacios para sentarse y para disfrutar y para dar prioridad a los peatones, los grandes olvidados" de esta calle, que transitan -ha dicho Calvo- "apiñados en las aceras". La nueva configuración de la calle tendrá dos carriles en cada sentido, uno para el tráfico de vehículos autorizados y otro para el transporte público y las bicicletas.