Investigadores chinos, europeos y estadounidenses analizaron el ADN de estas 13 momias por primera vez. Los resultados del
estudio sugieren que los restos son de un grupo local descendiente de una antigua población asiática de la Edad de Hielo. Fueron encontradas en la cuenca del Tarim, en Xinjiang, y su aspecto occidental, sus ropas de lana tejidas, el trigo y el mijo encontrados en sus inusuales tumbas sugerían hasta ahora que eran pastores procedentes de la estepa de Asia occidental.