Decía Einstein que la mente es igual que un paracaídas, solo funciona si se abre. Y la mente de Pedro Sánchez y las de aquellos que con él han decidido el incomprensible embrollo generado en torno al debate electoral del día 23, están cerradas, impidiendo que el paracaídas que venía con viento a favor, según daban la mayoría de las encuestas, deje de funcionar y, como en Andalucía, contra todo lo esperado, le conduzca a “un batacazo”. En el “think tank”, laboratorio de ideas o gabinete estratégico de reflexión del PSOE, han medido mal.