Soy muy partidaria de los perdedores, aquellos antihéroes del cine negro de Hollywood. Salía un tipo de la cárcel, pongámosle la facha de Robert Mitchum, dispuesto a regenerarse y a tener novia formal, pero en esas conocía a una mujer fatal y tú ya sabías que, como anticipaba la música, tachaaan, sus propósitos iban a estrellarse. Fue con ese ánimo simpático como escuché ayer el discurso-dura del candidato Feijóo, temiendo todo el rato que fracasara en su intento por culpa de haber aceptado en su coche, solo para tener compañía, a un…