Las cifras que manejamos en relación con el envejecimiento demográfico son alarmantes. Para 2050, se espera que se triplique la población de más de 80 años. En España, uno de los países más longevos del mundo, se prevé que al llegar a la actual edad de jubilación, 65 años, sus habitantes tengan una esperanza de vida de 28 años más. Este aumento constante de la longevidad supone un desafío que engloba factores económicos, sociales, estructurales, políticos, médicos y científicos.