El Medusa Beach Club de Palma de Mallorca, que se derrumbó la semana pasada causando la muerte de cuatro personas, no tenía permiso para servir a los clientes en su azotea, según ha declarado el alcalde de la ciudad. Dos turistas alemanes, una camarera española de origen senegalés y un senegalés murieron al derrumbarse el edificio de dos plantas del restaurante junto a la playa el 23 de mayo. "La azotea no tenía licencia de actividad ni autorización para ocupar la terraza", declaró a la prensa el alcalde, Jaime Martínez Llabres, al dar a conoce