La nueva ley de vivienda cambia los requisitos y los procedimientos para procesos de okupaciones que afecta a personas vulnerables cuando el propietario es un gran tenedor, entre otras cuestiones. Para algunos, la ley de vivienda es una trampa ya que se basa en posponer la expulsión de la persona que okupa mientras los servicios sociales buscan una alternativa. “No hay alternativa, no hay un parque público de vivienda”, denuncian. Por tanto, el portavoz de la PAH considera que la ley no resuelve los problemas estructurales de vivienda.