La nadadora Sophie Ward, de 24 años, soñaba con ser campeona olímpica. Pero un viaje a China en 2008 le cambió la vida. Esta joven británica contrajo la enfermedad de Lyme por la picadura de una garrapata tras haber acariciado a un panda. Después de aquella visita, la salud de Sophie comenzó a deteriorarse. Es habitual que sufra dolores, infecciones, migrañas, intolerancia a los alimentos o malestar en la garganta, según publica Metro.