Antonio Martín Audouard hace tiempo que dejó de celebrar las fiestas navideñas. A sus 68 años, con las ideas muy claras y la tranquilidad de saberse una persona “diferente pero sincera y real”, asume que en Navidad no tiene “nada que festejar”. Tiene dos hijos y tres nietos que sí celebran las Navidades. “Me parece bien que lo hagan, yo nunca le he impuesto nada a nadie y, por supuesto, tampoco a mis hijos”, denota con unas palabras llena de respeto y, sobre todo, repletas de humildad.