Si todos podemos ser artistas, vamos a serlo. Contamos con plataformas y una sobreoferta donde priman la lucha por salir adelante, la competencia y un consumismo cultural que minusvalora el proceso creativo, la formación, el tiempo y la dedicación necesaria, como en cualquier otra profesión, para desarrollar un trabajo. Entre las consecuencias, reseñar cómo los ingresos por música grabada han caído. En YouTube puedes ganar 600 € si una canción supera el millón de escuchas. Plataformas como Tidal, Apple y Spotify pagan entre 0,005 y 0,01284 $.